Asar, parece que no tiene ninguna
dificultad, y así es, sólo hay que tener en cuenta algunos
detalles, aquí os lo cuento.
Antes de empezar a asar, limpiaremos y secaremos los pimientos y las berenjenas; luego, les untaremos ligeramente la piel, con aceite de oliva.
Antes de empezar a asar, limpiaremos y secaremos los pimientos y las berenjenas; luego, les untaremos ligeramente la piel, con aceite de oliva.
Empezamos por las berenjenas:
Estas las asaremos directamente encima de la llama, cuando al presionarlas ya estén blandas, sabremos que están cocidas.Las retiramos y las dejamos enfriar sin envolverlas y sin que se toquen la una con la otra, en cuanto no nos quememos, ya las podemos pelar.
Si las berenjenas, se enfrían tapadas, la carne queda oscura por dentro, y ya veis como puede quedar de blanca si no se envuelven.
Los pimientos:
Los pimientos, deben asar al calor, muy cerca de la llama, pero que ésta no les toque. La piel se irá quemando y vamos vigilando para que, se hagan igual por todos los lados.Al retirarlos del fuego, debemos envolverlos con un papel fuerte y dejar que se enfríen poco a poco, para que, el calor que contienen, los termine de cocer.
Pasadas unas horas, se pueden pelar y quitar las semillas.
Mejor no lavarlos directamente con agua, hacerlo con una servilleta de papel.
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